Bueno; confesaré que cuando me propusieron ver esta serie estaba ya un poquito hasta el moño de vampiros, y tras el fiasco de Blood Ties y yanisécuantas más, esperaba poco. Y al principio, no es que me enganchase precisamente, y es que una le tiene bastante manía a la mayoría de la población de los USA (por lo que demuestran en las urnas, y tal), y si son de los Estados Confederados del Sur, pues como que ya... Puaj.
Pero los credits de la serie están muy bien, y eran esperanzadores, además de reflejar a la perfección esa América profunda...
Pero los credits de la serie están muy bien, y eran esperanzadores, además de reflejar a la perfección esa América profunda...
Así que le dimos una oportunidad... Y la merecía.
Es una serie para leer entre líneas. Hacía siglos que no veía a Anna Paquin, alguna cosilla desde "The Piano", y me hizo gracia que utilizasen su accento australiano para que emulase el sureño, igual que utilizan el de Ryan Kwanten, que hace de su hermano Jason, y que madre mía, está para ponerle un piso...
Es una serie para leer entre líneas. Hacía siglos que no veía a Anna Paquin, alguna cosilla desde "The Piano", y me hizo gracia que utilizasen su accento australiano para que emulase el sureño, igual que utilizan el de Ryan Kwanten, que hace de su hermano Jason, y que madre mía, está para ponerle un piso...
Supongo que será difícil encontrar actores del Sur para una serie que se mete, ya no con el Sur, sinó con todo EEUU. Y lo mejor es que lo hacen tan sutilmente, que tiene millones de seguidores allí. Ay, cómo disfruto... Es como ver las pelis de Sacha Baron Cohen, en especial "Bruno", donde el tipo se ha jugado la vida literalmente - con unos integristas en Jerusalem, con unos cazadores machotes en... Alabama, creo que era, y con unos fanáticos de un personaje que creó, "Dave el Hetero", que llevaban sus camisetas y merchandising - así que el tío debió dedicar tiempo a ese personaje dentro del personaje de Brüno -, y coge presentando una pelea se pone a tirarse a un tío ante ellos... Ya podéis ver a los fans de "Dave el Hetero" llorando de rabia, tirándole sillas, vasos, y todo lo que tenían a mano, llamándole de todo, amenazándole de muerte... Por suerte las peleas se hacían dentro de una jaula. Y haceros un favor e id todos a ver "Bruno", porque si estás atento no hay minuto de metraje sin mensaje ni crítica. Inmejorable cómo lo linchan cuando presenta las fotos con su "hijo", y ver los que padre REALES de niños-artistas REALES dejarían que hiciesen con ellos.
Bueno, pero estábamos con otra crítica menos agresiva: True Blood. Entre criaturas con poderes, colmillos que crecen en un segundo (coño, parece el mercanismo de una navaja), crímenes e historietas románticas, tenemos una de las mejores críticas al American Way of Life de los últimos años. Y eso moooola.
En la primera temporada podemos ver estereotipos como el fanatismo religioso (especialmente de los negros - uix, calla, perdón: afroamericanos. No soy racista, pero me repatea la doble moral y la hipocresía. Yo soy blanca, y ya está. No me hago llamar caucasicoeurohispana, joder), que los hombres del sur deben tener tres webs, porque son más hombres (así que tendrán más testosterona, digo yo) y lo demuestran cada vez que pueden andando como si hubieran perdido el caballo, mascando tabaco, marcando paquete - bueno, esto en el caso de Sam Merlotte, el dueño del bar, se agradece, que los jeans y las camisas que le ponen le quedan de vicio, y le hemos visto fuera de la serie con otro outfit, y naaaada que ver... -, acompañando a las chicas a casa... Cosas de hombres, you know.
También vemos reflejadas a las minorías sociales en la comunidad de los vampiros, y el trato que se les da o las opiniones que se tienen al respecto, al igual que la doble moral, el distinto rasero... Como bien decían los judíos sobre su situación durante el nazismo: no se puede denostar o tratar así a alguien por ser lo que es. Nadie elije ser judío, no es una conducta. Bien, creo que lo mismo se puede decir de los vampiros, y de la mayoría de minorías oprimidas en las sociedades occidentales actuales. Acertadamente, los prejuicios se centran en éste colectivo, no habiendo problema con negros (¿dónde está el KKK, que hablamos del Sur? Ah, bueno, ya aparece mucho más sofisticado en la 2a temporada en forma de Iglesia - TOMA!), ni con los homosexuales. Un guiño irónico de la autora del libro, supongo, ya que todavía no he tenido el gusto de leerlo.
Y como digo, la cosa mejora en ésta segunda temporada. Los simbolismos son cada vez mayores, y sobre todo utilizando el personaje de Jason con la Iglesia - lo siento, debe ser que lo mío con la Iglesia es regocigo - , están creando escenas sublimes.
En mi memoria, la última que recuerdo: Jason con un bazooka al hombro listo para masacrar en nombre de Dios gritando "Alabado sea Jesús". Oh, ¡adoro esta serie!
Y bueno, en plan cotilleo al parecer Anna Paquin y Stephen Moyer están juntos en la vida real, el rollo sexo vampírico mola, y el actor que interpreta a Eric, el Sheriff vampiro es ralmente de origen nórdico y me está haciendo desear todavía más viajar a los nortes de Europa. De toda la serie, me quedo con él :)
En la primera temporada podemos ver estereotipos como el fanatismo religioso (especialmente de los negros - uix, calla, perdón: afroamericanos. No soy racista, pero me repatea la doble moral y la hipocresía. Yo soy blanca, y ya está. No me hago llamar caucasicoeurohispana, joder), que los hombres del sur deben tener tres webs, porque son más hombres (así que tendrán más testosterona, digo yo) y lo demuestran cada vez que pueden andando como si hubieran perdido el caballo, mascando tabaco, marcando paquete - bueno, esto en el caso de Sam Merlotte, el dueño del bar, se agradece, que los jeans y las camisas que le ponen le quedan de vicio, y le hemos visto fuera de la serie con otro outfit, y naaaada que ver... -, acompañando a las chicas a casa... Cosas de hombres, you know.
También vemos reflejadas a las minorías sociales en la comunidad de los vampiros, y el trato que se les da o las opiniones que se tienen al respecto, al igual que la doble moral, el distinto rasero... Como bien decían los judíos sobre su situación durante el nazismo: no se puede denostar o tratar así a alguien por ser lo que es. Nadie elije ser judío, no es una conducta. Bien, creo que lo mismo se puede decir de los vampiros, y de la mayoría de minorías oprimidas en las sociedades occidentales actuales. Acertadamente, los prejuicios se centran en éste colectivo, no habiendo problema con negros (¿dónde está el KKK, que hablamos del Sur? Ah, bueno, ya aparece mucho más sofisticado en la 2a temporada en forma de Iglesia - TOMA!), ni con los homosexuales. Un guiño irónico de la autora del libro, supongo, ya que todavía no he tenido el gusto de leerlo.
Y como digo, la cosa mejora en ésta segunda temporada. Los simbolismos son cada vez mayores, y sobre todo utilizando el personaje de Jason con la Iglesia - lo siento, debe ser que lo mío con la Iglesia es regocigo - , están creando escenas sublimes.
En mi memoria, la última que recuerdo: Jason con un bazooka al hombro listo para masacrar en nombre de Dios gritando "Alabado sea Jesús". Oh, ¡adoro esta serie!
Y bueno, en plan cotilleo al parecer Anna Paquin y Stephen Moyer están juntos en la vida real, el rollo sexo vampírico mola, y el actor que interpreta a Eric, el Sheriff vampiro es ralmente de origen nórdico y me está haciendo desear todavía más viajar a los nortes de Europa. De toda la serie, me quedo con él :)
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