Sunday, November 11, 2007

Pour your misery down on me

Hay días en que ni la música, ni el cine, ni la literatura llenan el hueco que produce la enfermedad, o la vida, o lo que sea.
Y esos días son realmente malos.
Porque cuando nada te llena, nada te llega, y lo único que eres capaz de sentir es dolor.
Y no te importaría dejar de respirar.
Porque dejaría de doler.
Porque vas en carne viva, y cada pequeña cosa es alcohol puro directo a la herida.
Porque de repente una despedida es de ácido y te corroe.
Ya no recuerdo la última vez que me miré al espejo y alrededor de mis ojos no reinaba el morado o el marrón.
Y tampoco recuerdo la última vez que me sentí asquerosamente petarda, aunque estoy segura que hace mucho menos de lo que creo.
Mi mente funciona mal.
A inmovilizarse y autocontrolarse.

* Only happy when it rains - Garbage

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