La punta afilada de la pluma - las mejores, sin duda, de avestruz -, cortada a navaja, cuchillo, puñal, se empapa de la tinta negra, negra, negra como el futuro de las muchachas que se dejan ir con unos minutos de ventaja - al Marqués siempre le ha gustado jugar - las noches de caza por los jardines de palacio, desnudas. Cuando se utilizan animales, el marqués las corta con su navaja, cuchillo, puñal, para empezar a saborear el dolor de la víctima y, sobre todo, el miedo. Los animales son buenos siguiendo rastros, ante todo si son de sangre, ante todo los animales del Marqués.
La punta afilada de la pluma vuelve a teñirse de negro para arañar - se resiste a presionar con más fuerza y rasgar el papel; qué belleza la de los cortes: la línea se abre y deja paso a lo que haya dentro, qué precisión se puede conseguir ejerciendo la presión adecuada: una ligera línea rojiza, gotas que poder lamer, la carne abierta... - y mientras la punta afilada de la pluma se ha teñido de negro, quizá demasiado por tener la cabeza en otro sitio, y el miembro ya se ha hecho apreciable bajo las calzas, el Marqués seca el exceso de tinta y sigue escribiendo; pues es bien sabido que aquél que busca el placer simple, sencillo e instantáneo es un ignorante.
Termina un párrafo donde describe pasillos en los que a cada dos pasos hay una doncella o mancebo atado según los propios diseños del Marqués, para disposición del mismo o sus invitados como gusten.
Inserta más profundo los tacones de sus botines en las bocas de los mancebos que hoy ejercen de reposapiés, y ellos gimen y lamen, como han aprendido deben hacer si quieren vivir algo más de tiempo en esa casa. Se cuenta que una noche de caza marcó a una de sus doncellas favoritas, que llevaba más de un año allí y había sobrevivido a la mazmorra, y le hizo más cortes que a nadie. Dicen que había hecho traer para la ocasión bestias de África y Asia: leopardos, leones, hienas... Pero que una vez la soltó se quedó mirando su reloj sin mediar palabra, los minutos pasaron, los invitados se impacientaban, pero nadie osaba decir nada por no acompañar a la joven. Cuentan que al final, el Marqués dijo "Señores, se acabó la cacería", y se retiró.
No es más que un rumor que él mismo ha hecho circular por palacio para jugar con las esperanzas de los esclavos, como narra en uno de sus libros. El sadismo no sólamente es algo físico, de hecho está estrechamente vinculado con la inteligencia, afirma.
termina de esbozar uno de sus nuevos artilugios de tortura, y su verga ya no aguanta más bajo la ropa, así que fuera. Uno de los jóvenes deja de lamer el tacón del botín creyendo intuir una orden, y recibe un fustazo. "Deben ser castigados por todo aquéllo que crean hacer bien, por todo lo que no esperen. Han de sufrir."
El Marqués manda llamar a la más nueva y joven de las doncellas, raptada ayer mismo y que todavía se resiste, dispuesto a humillarla, dañarla y robarle su preciado tesoro sin ningún tipo de contemplación.
Porque toda mente brillante tiene un lado oscuro, y algunas escogieron éste como modo de vida y religión, defendiéndolo con los postulados racionalistas, si era necesario.
Porque los humildes siempre serán más felices.
Basado en los libros del Marqués, i de refilón, en House 6x09.
Dedicado a mi abuela, que ha estudiado en la universidad de la vida, porque si escuchásemos a las personas mayores veríamos, tras el ostracismo y fanatismo, mucha sabiduría.
La punta afilada de la pluma vuelve a teñirse de negro para arañar - se resiste a presionar con más fuerza y rasgar el papel; qué belleza la de los cortes: la línea se abre y deja paso a lo que haya dentro, qué precisión se puede conseguir ejerciendo la presión adecuada: una ligera línea rojiza, gotas que poder lamer, la carne abierta... - y mientras la punta afilada de la pluma se ha teñido de negro, quizá demasiado por tener la cabeza en otro sitio, y el miembro ya se ha hecho apreciable bajo las calzas, el Marqués seca el exceso de tinta y sigue escribiendo; pues es bien sabido que aquél que busca el placer simple, sencillo e instantáneo es un ignorante.
Termina un párrafo donde describe pasillos en los que a cada dos pasos hay una doncella o mancebo atado según los propios diseños del Marqués, para disposición del mismo o sus invitados como gusten.
Inserta más profundo los tacones de sus botines en las bocas de los mancebos que hoy ejercen de reposapiés, y ellos gimen y lamen, como han aprendido deben hacer si quieren vivir algo más de tiempo en esa casa. Se cuenta que una noche de caza marcó a una de sus doncellas favoritas, que llevaba más de un año allí y había sobrevivido a la mazmorra, y le hizo más cortes que a nadie. Dicen que había hecho traer para la ocasión bestias de África y Asia: leopardos, leones, hienas... Pero que una vez la soltó se quedó mirando su reloj sin mediar palabra, los minutos pasaron, los invitados se impacientaban, pero nadie osaba decir nada por no acompañar a la joven. Cuentan que al final, el Marqués dijo "Señores, se acabó la cacería", y se retiró.
No es más que un rumor que él mismo ha hecho circular por palacio para jugar con las esperanzas de los esclavos, como narra en uno de sus libros. El sadismo no sólamente es algo físico, de hecho está estrechamente vinculado con la inteligencia, afirma.
termina de esbozar uno de sus nuevos artilugios de tortura, y su verga ya no aguanta más bajo la ropa, así que fuera. Uno de los jóvenes deja de lamer el tacón del botín creyendo intuir una orden, y recibe un fustazo. "Deben ser castigados por todo aquéllo que crean hacer bien, por todo lo que no esperen. Han de sufrir."
El Marqués manda llamar a la más nueva y joven de las doncellas, raptada ayer mismo y que todavía se resiste, dispuesto a humillarla, dañarla y robarle su preciado tesoro sin ningún tipo de contemplación.
Porque toda mente brillante tiene un lado oscuro, y algunas escogieron éste como modo de vida y religión, defendiéndolo con los postulados racionalistas, si era necesario.
Porque los humildes siempre serán más felices.
Basado en los libros del Marqués, i de refilón, en House 6x09.
Dedicado a mi abuela, que ha estudiado en la universidad de la vida, porque si escuchásemos a las personas mayores veríamos, tras el ostracismo y fanatismo, mucha sabiduría.
* Dumb - Nirvana